Schlesinger 148 x 99 mm Negro

A veces no se necesita alta tecnología: una simple pieza de plástico basta para causar un gran impacto en la cocina. El Schlesinger, también conocido cariñosamente como raspador de masa, es una de esas herramientas: versátil, robusto y absolutamente indispensable. Ya sea para picar cebollino, procesar relleno o simplemente recoger un saco de arroz volcado, este utensilio siempre está ahí. No es de extrañar que un examinador del examen de maestro artesano del fundador Marius dijera: «Los chefs de la vieja escuela todavía llevan un Schlesinger en el bolsillo». Y tiene razón, porque este utensilio forma parte de tu equipo básico tanto como una cuchara. Lo tienes en dos versiones: el Schlesinger clásico de 148 x 99 mm para todo lo que necesite hacerse de forma rápida y limpia, y el asimétrico de 120 x 86 mm, perfecto para cuencos, esquinas o trabajos finos. Ambos vienen en un elegante diseño negro azabache y son tan resistentes como flexibles. Y por si te preguntas de dónde viene su nombre: el cuchillo Schlesinger probablemente proviene del omóplato de un ternero, que antiguamente se usaba como raspador de masa; siempre ha sido funcional. Hoy en día, el plástico lo hace un poco más práctico, pero el principio sigue siendo el mismo: simple, eficiente y práctico en cualquier cocina.