La historia de la marca Berkel es única. La empresa fue fundada por el maestro carnicero Wilhelmus Adrianus van Berkel hace más de 130 años en Rotterdam. Pensó en cómo se podría simplificar y acelerar el hasta ahora laborioso proceso de cortar carne, jamón y embutidos.
Las consideraciones y el desarrollo dieron como resultado una máquina cortadora que fue patentada. El nuevo desarrollo de Berkel consistió en una mesa movida por una manivela que era empujada hacia una cuchilla afilada, curva y giratoria. En etapas posteriores del desarrollo, se agregaron cabezales de afilado a las hojas para garantizar que permanecieran permanentemente afiladas.
Berkel fundó su empresa de producción y distribución en 1898.
La máquina se adelantó a su tiempo y fue tan ingeniosa que se construyeron y vendieron 84 unidades en el primer año después de su fundación. Las máquinas de los primeros tiempos de la empresa Berkel son hoy en día objetos de colección muy codiciados y costosos.
En el año 1908 se vendieron un total de más de 2.700 máquinas, lo que demuestra el rápido desarrollo de la empresa Berkel. Esta enorme cantidad ya se exportaba a muchos países en aquella época. Berkel estableció sucursales en varios países alrededor del mundo.
Las grandes máquinas de volante de inercia son el origen de Berkel y en la industria alimentaria Berkel se asocia casi exclusivamente con ellas. Debido a su tamaño y precio, estos magníficos dispositivos no son asequibles para todos. Mucha gente no puede poner un coche de 50 kg en la encimera de la cocina. Mucha gente no puede gastarse varios miles de euros en una cortadora de fiambres, por muy impresionante que sea.
Para este fin, Berkel ha lanzado al mercado una gama de máquinas eléctricas. Con muchos elementos de máquinas profesionales, con seguridad y compacidad en el diseño típico e inconfundible de Berkel. Después de la Home Line, llegan las máquinas de la serie “Red Line”, que atraen más a los profesionales y son aún más potentes.